«Antinatural» es el rótulo con que algunas personas suelen llamar a otras que se alejan del sistema sexual binario dominante, el mismo por el cual se advierte que la heterosexualidad es la norma y que a través de ella se erige la columna vertebral de la sociedad. Sin embargo, lo que predomina en los seres vivos es precisamente lo opuesto: la diversidad sexual.
Las plantas, buscando sobrevivir y adaptarse, desarrollan diferentes mecanismos de reproducción para superar su naturaleza inmóvil. Se aprovechan del viento, los insectos, las aves e incluso de los mamíferos para seguir poblando el planeta. En términos evolutivos, las plantas presentan estructuras masculinas o femeninas, sistemas en los que operan conjuntamente ambas, configuraciones hermafroditas‘
Leer las flores [#NaturalmenteDiversas] e incluso otras de carácter autosuficiente, para reproducirse sin necesidad de órganos sexuales. Museo Q llega al Jardín Botánico de Bogotá, con el apoyo del Instituto Distrital de las Artes (Idartes), en el marco del Picnic Literario, evento del Ciclo Rosa 2018, para motivar nuevas lecturas sobre las colecciones vivas de este espacio al aire libre. Con este material, celebramos «lo natural» como sinónimo de «diferencia», esperando incidir en la apertura de narrativas que enaltezcan las características que nos hacen naturalmente diversas.
Agradecemos especialmente a Jorge López, biólogo especialista en botánica, quien asesoró el desarrollo de este material.
Ilustración por @FéminasIlustradas
Breve historia (queer) de las plantas
Leer las flores [#NaturalmenteDiversas]
«Antinatural» es el rótulo con que algunas personas suelen llamar a otras que se alejan del sistema sexual binario dominante, el mismo por el cual se advierte que la heterosexualidad es la norma y que a través de ella se erige la columna vertebral de la sociedad. Sin embargo, lo que predomina en los seres vivos es precisamente lo opuesto: la diversidad sexual.
Las plantas, buscando sobrevivir y adaptarse, desarrollan diferentes mecanismos de reproducción para superar su naturaleza inmóvil. Se aprovechan del viento, los insectos, las aves e incluso de los mamíferos para seguir poblando el planeta. En términos evolutivos, las plantas presentan estructuras masculinas o femeninas, sistemas en los que operan conjuntamente ambas, configuraciones hermafroditas e incluso otras de carácter autosuficiente, para reproducirse sin necesidad de órganos sexuales.
Museo Q llega al Jardín Botánico de Bogotá, con el apoyo del Instituto Distrital de las Artes (Idartes), en el marco del Picnic Literario, evento del Ciclo Rosa 2018, para motivar nuevas lecturas sobre las colecciones vivas de este espacio al aire libre. Con este material, celebramos «lo natural» como sinónimo de «diferencia», esperando incidir en la apertura de narrativas que enaltezcan las características que nos hacen naturalmente diversas.
Agradecemos especialmente a Jorge López, biólogo especialista en botánica, quien asesoró el desarrollo de este material.
¿Qué es la botánica?
La botánica es el área de la biología encargada del estudio de las plantas. Como ciencia, tuvo sus inicios en Grecia y en el Imperio romano, pero sólo se estableció como disciplina hasta el siglo XV. Actualmente, la botánica es practicada por personas apasionadas que expanden cada día nuestro conocimiento de las plantas: citogenética, fitoquímica y botánica forense son algunas de sus nuevas áreas de interés.
Las plantas no tuvieron sexo ni sexualidad, al menos así denominada, hasta finales del siglo XVII. La sexualidad era vista como una acción animal que necesitaba de órganos sexuales para expresarse. En la segunda mitad del siglo XVII, el uso generalizado de microscopios y su aplicación al estudio de las estructuras vegetales permitió a Marcello Malpighi (1628-1694) y a Nehemiah Grew (1641-1712) publicar sendos tratados de anatomía vegetal en los que describieron minuciosamente todos los órganos de las plantas, incluidos los reproductores.
Rudolf Jakob Camerarius (1665-1721) realizó experimentos con plantas de su jardín. Concluyó que sin la participación del polen no se producían frutos: a él se atribuye el descubrimiento de la sexualidad vegetal. Publicó sus resultados en 1694, pero por tres décadas sus conclusiones fueron criticadas por otros botánicos, quienes no aceptaban la proximidad sexual entre plantas y animales.
Carl Linnaeus (1707-1778) fue un defensor de la función sexual de estambres y pistilos. Argumentó en su defensa y, como es sabido, fundamentó en la sexualidad su sistema de clasificación de las plantas, no sin un gran esfuerzo personal, del cual dejó testimonio por escrito hacia 1730: «Dejé de lado las ideas preconcebidas, me convertí en escéptico y lo cuestioné todo; sólo entonces se me abrieron los ojos; sólo entones vi la verdad»
El Reino Vegetal
Fanerógamas
Criptógamas
Angiospermas
Plantas con flor
Gimnospermas
Coníferas y cícadas
Pteridofitas
Helechos, Licopodios y colas de caballo
Briófitas
Musgos y Hepáticas
Algas
Algas Verdes
Angiospermas (Plantas con flor)
La flor es la invención evolutiva más reciente en lo que se refiere a la sexualidad de las plantas. El desarrollo de esta estructura les permitió abrirse a una «sexualidad pública», en la que, además del aire y el agua, los animales podían participar en el proceso de polinización. La flor se desarrolló como el órgano de seducción por excelencia.
Las flores son muy diversas: hay flores bisexuales y unisexuales, y sus colores y olores atraen a una amplia variedad de animales. Al buscar el néctar de las flores, los animales se impregnan con el polen masculino que proviene de los estambres –estructura que guarda el polen en la flor–, y al visitar otra flor dejan, sin saberlo, el polen en el pistilo –estructura donde se conservan los óvulos–, con lo que ocurre la polinización. En este sentido, el néctar es una recompensa que la flor da a los animales, un agradecimiento a un trabajo inadvertido que garantiza la existencia de la planta.
Esta íntima relación con los animales se cree que comenzó hace unos 250 millones de años, cuando aparecieron las plantas con flor en una tierra de insectos voladores. Actualmente, los insectos siguen siendo los principales polinizadores, aunque es bien sabido que mamíferos como los murciélagos, musarañas y ratones, y aves como los colibríes, también son importantes polinizadores.
En el Jardín pueden apreciarse una gran variedad de flores, muestra de las múltiples estrategias de las plantas para lograr su reproducción. Rosas, orquídeas, jazmines, irises, lirios y agapantos constituyen sólo una pequeña muestra de su increíble diversidad.
Gimnospermas (Coniferas y cícadas)
El surgimiento de la semilla en el devenir evolutivo de las plantas fue uno de los grandes pasos hacia la sexualidad descubierta. En estas plantas, la semilla se guarda, sin ninguna otra cobertura, en conos, llamados comúnmente «piñas»; de ahí que las llamemos gimnospermas, del griego gumnós, «desnuda», y spérma, «semilla».
Las gimnospermas son fruto de la unión del polen masculino formado en conos masculinos con un óvulo femenino –formado en conos femeninos. Estos conos masculinos y femeninos conviven normalmente en un mismo especimen; son pocas las gimnospermas cuyos conos masculinos y femeninos estén en individuos diferentes.
La unión sexual para la formación de la semilla requiere igualmente del viento, aliado que lleva el polen al óvulo inmóvil. También, muchas gimnospermas tienen semillas aladas que vuelan libremente y conquistan nuevos territorios.
Las gimnospermas agrupan a los pinos, cipreses, araucarias, entre otras. Por lo general son de zonas templadas con estaciones, si bien en Colombia tenemos algunas especies nativas, como el pino romerón (Retrophyllum rospigliosii), el cual es muy visitado por la avifauna por sus deliciosos conos carnosos que parecen frutos. Otro ejemplo es el pino colombiano (Podocarpus oleifolius), cuyos conos femeninos liberan diariamente una gota en las mañanas para ayudar a la captura del polen y facilitar la polinización, proceso que se repite hasta lograr la fecundación.
Pteridófitas (Helechos, licopodios)
Por mucho tiempo se consideró que estas plantas carecían de toda sexualidad, esto porque no muestran alegremente sus órganos sexuales como las plantas con flor. Sin embargo, su sexualidad es críptica, en algunos casos aún dependiente del agua. Por ello, Linnaeus las denominó criptógamas, cuya etimología proviene del griego kryptos, «escondido», y gamos, «unión sexual». Entre estas plantas con «sexualidad escondida» encontramos a las algas verdes, musgos, helechos, hepáticas, licopodios, entre otras.
En el Criptogamio del Jardín se pueden encontrar varios de estos especímenes. Uno de los más notables es el helecho arborescente Cyathea sp., llamado comúnmente «palma boba», por su apariencia. Al observar la parte inferior de sus grandes hojas –frondas–, se pueden descubrir pequeños puntos –soros–,
donde sus esporas se desarrollan para que, llegado el momento, sean llevadas por el viento para garantizar la continuidad de la especie.
Otros ejemplos de estas plantas, observables en el Jardín, son las colas de caballo (Equisetum bogotense) y una serie de reptantes licopodios –helechos rastreros–. Al igual que la palma boba, los licopodios y la cola de caballo dependen del viento para la dispersión de sus esporas, pero, a diferencia de aquella, estas desarrollan estróbilos terminales –conos o piñas–, que al madurar se abren y dejan volar las esporas a nuevos lugares.
Briófitas (Musgos - Hepáticas)
Uno de los primeros pasos hacia la conquista de lo terrestre por parte de las plantas se dá en las briófitas conocidas comunmente como musgos. En estas plantas, las esporas se cubren de una pared muy resistente que las protege de la desecación. Asimismo, aparece una estructura sumamente novedosa llamada embrión, que puede llegar a generar muchísimas esporas por individuo.
En este grupo, encontramos a organismos como hepáticas, antoceros y los llamados musgos verdaderos. Todos estros grupos son terrestres, aunque no totalmente independientes del agua. En el momento de la producción de esperma, en muchos casos, se necesita de una gota de agua para que el mismo pueda nadar hacia la célula huevo. Es por esto que, muchas briófitas son encontradas en ambientes muy húmedos.
Como es común en las plantas, estos órganos productores de esperma y huevos se pueden encontrar en un mismo individuo o en individuos separados.
En los páramos de Bogotá, los musgos juegan un papel muy importante para el mantenimiento de este ecosistema. Musgos de la turbera como Sphagnum magellanicum absorben la humedad del ambiente y gota a gota forman cuerpos de agua dulce que terminan generando el nacimiento de muchos de los ríos que hay en nuestro país.
Algas
Unos de los grupos más diversos y complejos dentro de los reinos naturales corresponden a los protistas. Etimológicamente, esta palabra viene del griego protistos que significa “los primeros”. Esto hace referencia a que se cree que estos fueron los precursores de otros seres vivos. Los protistas son entendidos como aquellos organismos que tienen alguna similitud con hongos, animales o plantas, pero no tienen todas las características de dichos grupos para ser nombrados con tales.
Dentro de este grupo de organismos, encontramos a las algas verdes Chlorophyta (Chloros refiriendose al color verde pálido y phyton planta). Estas son entendidas como las primeras plantas sobre la tierra, es decir son los ancestros de toda la diversidad vegetal del planeta. Se trata de organismos microscópicos con una gran variedad de formas de reproducción incluyéndose aquí la asexualidad (implica división pero sin unión de células sexuales).
Dado su pequeño tamaño y su aparente falta de sexualidad, Linneo las agrupó como criptógamas.
A pesar de que son microscópicas, se agrupan en colonias haciéndose visible al ojo desnudo. En ciudades como Bogotá, se les puede ver creciendo en las cortezas de los árboles, como es el caso del alga Trentepohlia quien frecuentemente se asocia con hongos para vivir en simbiosis como liquen. Asimismo, se pueden observar en lagos y estanques bajo el nombre popular de “lama”y visibles como capas verdes y babosas en el agua.
Flores, o el arte de emular [#FloraDrag]
Ciertas orquídeas se encuentran entre las más reputadas imitadoras. Algunas se disfrazan de hembra de insecto, el macho que las sobrevuela se lanza sobre una flor intentado una cópula que no puede consumar y finalmente la abandona en busca de otra oportunidad que, con frecuencia, se presenta en forma de otra flor imitadora sobre la que se repetirá la escena. En otras ocasiones, la flor es semejante a un macho que, al ser visto en su territorio, es atacado por el macho verdadero; el resultado de la lucha no es otro que un insecto engañado que levanta de nuevo el vuelo llevándose con él el polen que será transportado hasta otro falso enemigo.
Pero no sólo con las formas se engaña, a veces al artificio se suman los colores y los olores. Algunas asclepiadáceas de los desiertos sudafricanos producen flores grandes, de superficie carnosa, levemente cubierta de pelo, de color sospechosamente cárneo y de cuyo
centro sale un fétido olor a carne podrida. Esta combinación de caracteres es suficiente para atraer a las moscas que se alimentan de carne en descomposición, las cuales al visitarlas no encuentran lo que buscan pero sí terminan transportando el polen de las asclepiadáceas.
Adicionalmente, algunas familias presentan formas que nos proponen un desafío a la comprensión de la sexualidad. Si bien las flores bisexuales poseen órganos masculinos y femeninos por separado, algunas familias botánicas –como las malváceas, un grupo de plantas muy extendido en Colombia– poseen ambas estructuras fusionadas en un solo órgano conocido como androginóforo. Lo anterior supone una ventaja evolutiva para la especie, puesto que cualquier visita de un polinizador puede fecundar la flor y hacer que el polen inicie su viaje al mismo tiempo.
Frutos: formas de dispersión
Después de la fecundación, en las angiospermas la semilla se forma luego de un tiempo, del mismo modo que ocurre en las gimnospermas. Sin embargo, en el caso de las angiospermas, luego de que la semilla está formada, el ovario floral –estructura del pistilo que lleva los óvulos– se ensancha y en algunas oportunidades se hace carnoso y se llena de azúcares. Ahora la semilla está cubierta, lo que da origen a su nombre, angiosperma, del griego angíon, «vaso», y spérma, «semilla»: plantas con la semilla cubierta por un fruto.
El fruto azucarado suele atraer de nuevo a diversos animales, quienes al comerlo terminan diseminando las semillas por lugares que las plantas no podrían alcanzar por sí mismas. Esta interacción simbiótica dota a las plantas del movimiento que carecen: los animales llevan a lugares lejanos las
semillas de las angiospermas y por ello son recompensados con frutos deliciosos que les proveen energía para su supervivencia.
Colombia tiene una amplia diversidad de este grupo de plantas. La imponente palma de cera (Ceroxylon quindiuense) y la colorida orquídea (Cattleya trianae), además de ser símbolos nacionales, son también angiospermas. En consecuencia, el país cuenta con una
gran variedad de frutos comestibles: un regalo de las plantas a una valiosa pluralidad.
En 2018, la Organización Mundial de la Salud dejó de reconocer el transgenerismo como una enfermedad. Comprender la naturaleza como una fuente de diversidad y de cambio es también reconocer que el cuerpo no es de una sola forma. Reconocer la diversidad de la sexualidad de las plantas, nos ayuda a comprender la diversidad de la sexualidad humana, no como algo dado desde el principio, sino como el producto común entre la biología y la historia de cada cuerpo, de cada ser. Por eso Museo Q les invita a leer las flores para que nos descubramos en ellas como #NaturalmenteDiversas
Leer las flores: Breve historia (queer) de las plantas
Tercera Edición, 2020
Elaborado por Museo Q
Asesoría: Jorge López
Arte gráfico: Óscar Pinto Siabatto
Producción multimedia: Katrina Diego Amaya
Viñetas/texturas: Freepik
MEMORIAS
A continuación encuentras algunas fotos de nuestras activdades de Museo Q al parque, en el Jardin Botanico en Bogotá y Medellin, como tambien en los espacios de Picnic Literario, Libros Mr. Fox y Chuquy Club de Dibujo, y nuestra participacion en la Hackathon Humboldt y las Americas en la Cinemateca Distrital.
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