El Museo Reimaginado: Encuentro de profesionales de museos de América.
Medellín, noviembre 1, 2 y 3 de 2017.
«Por su carácter abarcador, por su apuesta al espíritu crítico, al intercambio creativo y su activo interés social, junto a un despliegue de formatos y experiencias diversas, El Museo Reimaginado es considerado el encuentro de museos más radical de América«. Museo Q participó en La Coronación, concurso de 5 proyectos inéditos seleccionados por convocatoria pública. Moviendo el Q propone la itinerancia de Lo Que Se Ve No Se Pregunta, una exposición sobre vivir y salir de el clóset.
¡Gracias a tod*s l*s asistentes quienes gritaron, cantaron y nos alentaron en el evento! Agradecemos a Jano von Skorpio de Cultura Drag Medellín, a Manu Mojito y a Mis Amigas Drag por todos los consejos, maquillaje y styling. Una merecida mención para Melissa Saavedra quien dirigió y editó el video de presentación. Gracias a Fundación TyPA, Parque Explora y la American Alliance of Museums.
“Dicen que lo que se ve no se pregunta” fue la respuesta que en 2002 el cantante mexicano Juan Gabriel dio a un periodista que le preguntó si era gay. Después de una evidente molestia, un coqueteo inofensivo y una respuesta ambigua, a sus 52 años este hombre latino se aferraba a la posibilidad de narrar su existencia en sus propios términos.
En 1976, cuando aún era penalizada la homosexualidad en Colombia, el escritor antioqueño León Zuleta publicó en un periódico la historia de un Movimiento Homosexual Colombiano con 10.000 miembros en el país. Una fantasía producida por el único miembro que hizo pública su vida, la misma que fue eliminada en 1993.
Afirmar la existencia, atreverse a decir “yo soy”, implica la pretensión de ser oído, visto y reconocido. Sin embargo, para muchos, existir exige un proceso continuo de encubrimiento y revelación.
El clóset es un lugar de escondite y descubrimiento. Como espacio, se amplia y se reduce, nunca es estático. Sin clóset no hay salida pero tampoco hay invención, porque la oscuridad del clóset propicia cierta indefinición que genera diversas formas de existir. Ese escondite también permite maneras de narrar sin depender del contenido. Relatar la propia existencia requiere, para muchas, saber cómo enunciarse sin decir “yo soy”.
Actualmente Colombia intenta dejar atrás desigualdades y formas de exclusión que durante muchos años han caracterizado la historia nacional y que, como consecuencia, han hecho invisibles muertes que no han sido lloradas y vidas que no han sido exhibidas en los muros de nuestros museos. Esta búsqueda y reconocimiento de las historias y las memorias de vida de personas fuera de la heteronormatividad y el privilegio cis, es precisamente donde Museo Q, y el proyecto Moviendo el Q, se inserta.
En octubre de 2016, gracias a una beca del Instituto de las Artes de Bogotá, logramos inaugurar nuestra primera exposición titulada Lo Que Se Ve No Se Pregunta, un proyecto que empezó a gestarse desde 2014. Durante tres semanas, a través de grabados, fotografías, dibujos, videos y material efímero que hace parte de la Colección de Museo Q, mujeres y hombres se acercaron para compartir y relatar momentos de discriminación, miedo, violencia, resistencia y alegría. Museo Q creo un espacio para existir.
Esta exposición, con varios elementos participativos, se convirtió en un mecanismo para expresar sentimientos, pensamientos y posibilidades. Fueron los visitantes quienes sobre un mapa de Bogotá, indagaron por las sexualidades no normativas de desplazados por la violencia, de conocidos en la vecina Tunja y de amigos y amigas en Medellín o Barranquilla. Dibujaron aviones y letreros de otras latitudes para gritar que nuestras memorias importan.
Para quienes no hayan tenido la experiencia, salir del clóset no es un antes y un después. Es la vivencia, continua, aunque no repetitiva, de las expectativas positivas y negativas, construidas cuando se estaba adentro, y la confirmación de los miedos que nos hacen permanecer en ese lugar, muchas veces seguro.
Tal como sucede al salir del clóset, cada declaración pública, en el hogar, en la oficina, en la universidad o en el colegio, genera nuevas memorias y experiencias que son inéditas. De igual forma, ésta exposición como ejercicio museológico participativo, construye narraciones inexploradas con las visitantes, los artistas y las habitantes de las ciudades donde se exhibe.
Museo Q quiere itinerar Lo Que Se Ve No Se Pregunta, comenzando en Medellín, la ciudad donde la ficción de León Zuleta tomó vuelo hace más de 40 años. Queremos tomar partido de nuestra inexistente sede para salir del clóset bogotano y descubrir las vidas de personas en otras realidades. Reimaginar el museo nos obliga a redibujar los límites geográficos que demarcan los orígenes institucionales. Queremos dar lugar a las acciones locales y a las experiencias vitales que dejen entrever otros cuerpos, con las violencias y las polémicas que conlleva hacerlo en contextos antagónicos. Reimaginar el museo demanda tomar posición, defender la voz y celebrar las divergencias. Queremos soñar y pensar que Museo Q pueda trabajar con el Museo de Antioquia, con el Museo de Arte Moderno de Medellín o con Parque Explora, y así también, en un futuro, con el Museo Canadiense de Derechos Humanos. Moviendo el Q puede ser un ejercicio en pareja, en trío o en grupo. Reimaginar el museo permite intercambiar experiencias, cooperar con aliados y fortalecer los lazos que nos unen. Moviendo el Q puede construir puentes con aquellas que se sienten alejadas y distantes de vidas que desconocen.
Así como sucedió en Bogotá, invitaremos artistas locales, realizaremos grupos focales para involucrar comunidades y durante la exposición, construiremos juntos una cartografía que revelará esa otra ciudad, ajena para muchos ojos, porque sin duda cada ciudad también es testigo de las formas en que se reafirma la existencia. Sin embargo, cada itinerancia no será igual, porque no es lo mismo vivir y salir del clóset en Medellín que, en Cartagena, Amazonas o Bogotá.
En tiempos de reconciliación, la relevancia de los museos en términos pedagógicos es colosal. Cualquier museo, indistintamente de su colección, estructura institucional, presupuesto o localización, puede ser capaz de abrir el diálogo en torno a experiencias de vida marginadas, ocultadas y a veces, deliberadamente eliminadas.
Moviendo el Q es un acto de resistencia al olvido, al ostracismo y a la negación. Renunciemos, juntos, a la violenta invisibilización de nuestras vivencias. Nuestras vidas y nuestras muertes hacen parte de estas memorias. Ni la forma en que transitamos en la primera, ni la manera en que llegamos a la segunda, pueden ser motivo de vergüenza, de miedo o de rechazo.
Somos un museo sin sede pero con arraigo, un museo sin dinero pero con intención, un Museo Q para agitar, existir y transformar.
Link para ver el video completo: https://youtu.be/GepiFulEj8Y